Cuaderno de Ortografía para inicial y primaria

 



Hola a todos mis amigos y colegas en general en esta oportunidad les traigo uno de los aspectos más importantes que debemos trabajar con los niños y a temprana edad (desde los 5 años en adelante) es la caligrafía. Ya sea que practiquemos letra en imprenta o en cursiva (la cual siempre les cuesta mucho más) es importante que realicemos un refuerzo semanal en esto para que poco a poco incorporen la motricidad fina, suavicen el trazo, recuerden el orden y la ubicación sobre el papel de cada letra, etc.


  A menudo este es uno de los errores más comunes en los niños puesto que ellos suelen tomar el lápiz muy cerca de la goma (sobre el extremo). Esto evita que la mano tenga control sobre el lápiz y los movimientos se vuelven más torpes y bruscos. Debemos tomar el lápiz dejando que éste repose sobre el dedo pulgar y sujetarlo con el dedo índice y medio.


Llevar un ritmo lento favorece la caligrafía. A menudo queremos acelerar el ritmo de la caligrafía y esto es lo que dificulta la legibilidad de la misma. Intentar realizar los ejercicios de forma pausada ayuda a concentrarse en cada trazo y tramo de la letra que se está practicando.


Regular la presión del lápiz. Es frecuente que, al comenzar con la práctica de la caligrafía los niños presionen demasiado el lápiz sobre el papel. Esto cansa muchísimo los músculos de la mano. Es preciso mostrarle a los niños que cuál es la presión indicada para la caligrafía.


Llevar un ritmo lento favorece la caligrafía. A menudo queremos acelerar el ritmo de la caligrafía y esto es lo que dificulta la legibilidad de la misma. Intentar realizar los ejercicios de forma pausada ayuda a concentrarse en cada trazo y tramo de la letra que se está practicando.


Regular la presión del lápiz. Es frecuente que, al comenzar con la práctica de la caligrafía los niños presionen demasiado el lápiz sobre el papel. Esto cansa muchísimo los músculos de la mano. Es preciso mostrarle a los niños que cuál es la presión indicada para la caligrafía.


Utilizar el juego para estimular la práctica. Ya hemos dicho en varias oportunidades que el juego es una de las herramientas preferidas por los niños (y muchos docentes) para la práctica de la caligrafía. Esto se debe a que el niño no siente la tarea caligráfica como una presión o imposición sino que, más bien se convierte en parte del juego. Existen ejercicios que son prácticamente similares a los juegos infantiles. Por ejemplo si te encuentras en el hogar y planeas un día de campo con los niños, practica caligrafía pidiéndole a los niños que hagan una lista con las cosas que ellos deberían llevar en un día de campo. Esto ayudará a practicar caligrafía pero también realizará asociaciones mentales en ellos (qué cosas deben llevar y qué cosas no a un día de campo), así como también colaborarán con las tareas de la casa dándole un contexto y siendo partícipes de la elaboración de un día de campo familiar.



                                                          OPCION A -- // -- OPCION B