La
gramática forma parte básica del aprendizaje, junto con las tradicionalmente
consideradas, cuatro destrezas de la lengua.
Por
esta razón, deberemos incluirla de manera natural e implícita en nuestras
aulas, mediante procesos de reconocimiento e imitación, es decir, en primer lugar,
las destrezas de comprensión y posteriormente, las de expresión.
La parte explícita del aprendizaje de la gramática también es
necesaria, sin duda, pero debe estar adaptada a la edad de los aprendices.
El estudio formal de la gramática
es una parte importante de la educación desde la edad temprana hasta el aprendizaje
avanzado, aunque las reglas que se enseñan en las escuelas no constituyen una gramática en el sentido en
que los lingüistas utilizan el término, ya que son prescriptivas antes que
descriptivas.
Como gramática musical se conoce el conjunto de reglas y principios que rigen el funcionamiento
del lenguaje musical. Como tal, la música se halla
representada gráficamente por una serie de signos cuya combinación da como
resultado una melodía.
El pentagrama, las notas
musicales, las claves, las alteraciones, las figuras, los silencios y los
compases, así como lo relativo a la expresión (tempo, carácter y matices),
forman parte de los elementos que componen el lenguaje musical. En este sentido, la gramática musical permite
interpretar, comprender y escribir, a nivel auditivo, mental y composicional,
una partitura.