El nombre propio, o sustantivo
propio, designa elementos específicos. Por su
parte, el nombre común, o sustantivo común, designa
elementos genéricos.
Ambos son el tipo de palabra de que se vale el
hablante para presentar los referentes de su discurso o mensaje.
Dicho de otro modo, nombres propios y comunes
representan lingüísticamente los objetos, materias, personas, animales,
plantas, acciones y cualidades a los que se refiere el hablante, sean estos
reales o imaginarios.
Los nombres propios y comunes presentan diferencias
en su comportamiento semántico y gramatical debido a la distinta naturaleza de
las entidades que refieren.
¿Qué es un nombre propio?
El nombre o sustantivo propio designa
seres u objetos específicos. Es decir, sirve para distinguir una individualidad
en el conjunto del que forma parte.
En ese sentido, dice cómo se llama o identifica
algo o alguien.
Tipos de nombres propios
Son nombres o sustantivos propios,
entre otros:
Características del nombre propio
La función de los
nombres o sustantivos propios es denominar, identificar o nombrar un
individuo específico.
Los nombres propios se escriben con mayúscula
inicial, con excepción de los días de la semana, de los meses y de las
letras. Por ejemplo: Julián, Veracruz, Cruz Roja, domingo,
enero, hache, eñe.
Los nombres propios constituyen, por sí mismos, un
referente del discurso y están naturalmente acotados o restringidos. Por eso,
en general, no necesitan ser acompañados por determinantes o modificadores para
aparecer en la oración y desempeñar sus funciones gramaticales.