JUEGO DE LA TIENDITA PARA PRIMARIA

 




Aprendiendo Precios 

Por regla general, los precios en los mercados mayoristas estarán estrechamente relacionados con las cantidades que lleguen al mercado en un día en particular. De esta forma, si un mercado mayorista recibe 1 000 kg de naranjas un lunes y el precio mayorista de compra por kilogramo es de $1 puede esperarse que si el martes llegan al mercado 1 000 kg es muy probable que el precio de compra sea el mismo. Sin embargo, es posible que esta situación no sea siempre la misma.


 Por ejemplo, por una u otra razón (por ejemplo, mal tiempo o huelga de transportes) puede haber sucedido que al final de la semana anterior no hayan llegado naranjas al mercado. Esta situación creará una escasez del producto en el mercado y el lunes los precios se dispararán al tiempo que los minoristas competirán por la compra de naranjas con el fin de venderlas a los consumidores a quienes se les hayan agotado sus provisiones. Es claro que el martes se habrá normalizado la oferta, y que los precios de mercado descenderán, aunque la cantidad ofrecida sea la misma.





Aun cuando la producción de perecederos en un área determinada puede ser altamente estacional, muchos países tienen varias zonas de producción, cada una de las cuales puede tener temporadas ligeramente diferentes. De esta forma, puede suceder que los agricultores de una zona sean los únicos abastecedores de un producto específico en una determinada semana y ello hace que se genere un incremento en los precios de mercado.


Sin embargo, puede ocurrir que en la semana siguiente lleguen al mercado algunos productos procedentes de otra zona de producción, y que se cause una disminución en los precios. Con el fin de maximizar las utilidades, los agricultores de la primera zona tratarán de llevar al máximo sus ventas durante la primera semana (por ejemplo, vendiendo productos que aún no están en punto de sazón) mientras que los productores de la segunda aplicarán las mismas técnicas para sacar adelante sus ventas.


Cambios en la demanda a corto plazo

Cuando los comerciantes tienen expectativas sobre aumentos en la oferta en los días venideros (por ejemplo, cuando saben que una nave de cabotaje cargada de naranjas tiene programado llegar pronto) se prepararán para pagar menos por la naranja a medida que se acerca la fecha de llegada de la nave. De esta manera, mientras que 1 000 kg de naranja pueden haber alcanzado un precio de $1 el lunes, para el miércoles el precio puede haber descendido hasta $0,75, debido a que la demanda ha disminuido a la espera de menores precios cuando llegue la embarcación. Por supuesto, muchos mercados disponen de instalaciones adecuadas para almacenar productos perecederos y ello permite reducir las fluctuaciones en sus precios.



Generalmente, la demanda de los consumidores es mayor al comienzo de los fines de semana. Para empezar, en muchos países las tiendas o almacenes cierran un día de la semana y ello puede llevar al público que adquiere alimentos diariamente a querer compra el doble de productos frescos con un día de anticipación.

 

 Esto puede presionar un poco los precios al alza, no obstante que los agricultores y los comerciantes, debidamente prevenidos de esta situación, realicen ajustes en su oferta. Durante los fines de semana también cambian los patrones de consumo. La gente está más dispuesta a cocinar en sus hogares y muchas personas acostumbran tomar alimentos especiales solamente en los fines de semana. Por otra parte, aquellos negocios dedicados a vender almuerzos a los trabajadores bien pueden cerrar durante los fines de semana y por tanto no necesitarán adquirir productos frescos. Las fiestas patrias o religiosas pueden tener notorio efecto sobre la demanda. Algunos productos son cultivados especialmente para estas fiestas.

 


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Por ejemplo, en las Islas Maldivas se acostumbra consumir sandías en el Ramadán; en los Estados Unidos se cultivan las calabazas especialmente para la fiesta de las brujas. La demanda por frutas y hortalizas tiende a aumentar cuando las familias celebran los días festivos con comidas especiales.


Productos competitivos

Si en un mercado mayorista solo se dispone de naranjas, el precio de esta fruta aumentará bastante. Sin embargo, es posible que en los días siguientes lleguen otras frutas al mercado. Entonces, los minoristas, y por tanto los consumidores, podrán escoger entre, por ejemplo, naranjas, mangos, o piñas.


Así, aunque la cantidad de naranjas llevadas al mercado permanezca constante, el precio bajará porque algunos clientes que hubieran comprado naranjas se decidirán ahora por otra fruta. Los mayoristas tendrán que reducir el precio de las naranjas para poder vender todas las que han ingresado al mercado.


Un buen servicio de información de mercados deberá estar en capacidad de suministrar información no solo de precios sino también de cantidades ofrecidas. En la práctica, muy pocos SIM lo hacen. Por tanto, es importante que los extensionistas encargados de asesorar a los agricultores en temas relacionados con comercialización estén al tanto de que los precios de algunos cultivos, especialmente los de los más perecederos, pueden fluctuar en forma rápida y significativa.



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