La
evaluación puede concebirse como un proceso dinámico, que tiene por
objeto analizar conductas, actitudes, rendimientos y logros relacionados
con una serie de objetivos planteados a priori.
La
palabra evaluación se aplica en muchísimos ámbitos y órdenes de la vida. Como sujeto pensante y
reflexivo, uno evalúa casi todo el tiempo la conveniencia de realizar
determinados actos (comprar tal o cual producto; salir a la calle con un
paraguas; tomar el subte o el colectivo; etc.), y también evalúa los
comportamientos propios y de los demás. En el ámbito escolar, la palabra
evaluación generalmente se emplea como sinónimo de examen.
Enfocaremos
esta caracterización comparando la evaluación tradicional escolar (o “examen”)
con lo que hoy se denomina “evaluación educativa”, que es un concepto más
amplio.
· Los parámetros son establecidos por el profesor o docente, y no siempre se ajustan a criterios académicos ni a objetivos claros
· El desempeño del evaluado se
transforma en un mero dato cuantitativo (la “nota”)
· Generalmente tiene por finalidad
definir la aprobación, a modo de “tamiz” (una parte del alumnado “pasa” el
examen, otra no).
· Lo importante es “la respuest
a
correcta”, dejando casi sin peso al proceso cognitivo que lleva a la
elaboración de esa respuesta.
· Tiene un diseño tal que le da más
oportunidad y peso a la aparición de debilidades y errores que de logros, los
que se castigan en lugar de operar como motores del aprendizaje.
· Los resultados que arroja la
evaluación se toman como definitivos, se desalienta así la búsqueda de la
propia superación, al no existir nuevas oportunidades de mejora.
· Opera como un instrumento o
mecanismo de control y de selección impuesto desde el afuera. No considera el
proyecto docente y las características del grupo de estudiantes que de él
participan.
· Es rígida, tiene lugar en momentos
determinados (= transversal), decididos por el docente, y se hace en el aula
solamente, a través de una instancia única: el examen.
· La diseña y la evalúa el profesor,
sin tener en cuenta la propia valoración y participación de los estudiantes.
·
Tiene como única finalidad promover o no al estudiante, le sirve al
“sistema”, no al “individuo”.
· Intenta recabar información útil sobre los saberes que los alumnos van adquiriendo a través de las distintas actividades académicas en las que participan.
· Intenta recabar información útil sobre los saberes que los alumnos van adquiriendo a través de las distintas actividades académicas en las que participan.
· Le da más peso a las fortalezas de
los alumnos que a sus falencias o debilidades.
· Considera a cada alumno como un
sujeto de aprendizaje, con sus propias capacidades lingüísticas, competencias
culturales, niveles de cognición, etcDESCARGAR : OPCION A---//--- OPCION B